Hay un agobio en mí,
un hueco que no me deja tranquilidad
una fuerza interior
que me arrastra a vos.
Eres hoy un agobio
un tierno agobio de amor,
y es que renazco en vos,
en tus besos, ojos de cielo.
Y me quedo caminando incierta
hacia una meta parecida a la felicidad,
pero que tiene tu rostro en mis mañanas
y tu cuerpo en las suaves y silenciadas sábanas.
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