En un sobre que sobra de más
queda una carta que cortó mi alma en dos
una línea que une destinos
el terrenal y el divino;
Quedan imágenes forasteras
de un tiempo de niebla,
una completa sed de amar
un corazón con armadura
marchitado;
Escabrosa la espera, que bajo la higuera
contemplo al son del invierno,
que invento,
y manipulo con mi llanto echo canto;
Alzo el lápiz y libre de alegría,
lo soporto,
hasta no dar más,
pasos inútiles en marcha atrás;
Mi enfermedad de amarte dura más
que tu minúscula vida,
que tu voz primaveral,
que solo oigo en la ilusión del fin de este día.