26 de septiembre de 2018

Suerte

La suerte de los dados
es de la mano que los agita,
las hojas son las hijas
de la brisa que las abraza,
no hay sonrisa sin magia
ni suertes sin plegarias.

Algún marinero vió la luz de algún faro,
o quizás sólo una vela al costado del mar
de dos jóvenes enamorados
savandijas del amar.. 

Fue el destino que no marcó rumbo
ni el viento se atrevió a soplar,
quedó entonces un cabello acariciado,
con las mismas manos del azar...