30 de octubre de 2007

entonces fuimos una y dos...



Puedo jugar en la acera, sentarme en la vereda, saciar la pasión en tus venas,

Pero no pidas que haga de mi la fria escultura de alguna figura, no pongas en tus labios palabras de amor,

Solo encantame con la ilusión de poder reabrir alguna pequeña ventana en tu corazón.

Porque nada me da más placer que ver tu sonrisa en este amanecer, porque tus labios chocan con los mios matando el inmenso frio.

pues solo estas palabras te dejare, ni un te quiero, ni un adios, solo el momento en el que una somos las dos.

A. Delsart