Hablar de mi

¿y si tengo que hablar de mí?

podría decir que a veces creo que el cielo esta a mi disposición,

que el temblequeo del árbol solo sucede cuando me quiebro.

Podría alegar locura a cada amor tuve.
Podría llorar de orgullo mientras muerdo la vergüenza 
quizá vestirme de fiesta y fingir ser princesa.

Si tengo que hablar de mi,

me quedan cortas las palabras 
para obviar la tristeza de aquellos días en los que no veía el sol,

Pensándolo bien, si tengo que hablar de mi, 
no podría mentir.