Tu piel hizo de mi
un rizo del viento,
una lágrima del mar,
una estrella caída,
e ilusiones ambiguas.
Tus labios sabieron a dulce
y tan amargos sin despedida.
y tan amargos sin despedida.
Tu calor que desconozco
se trepó a mis fantasías
se trepó a mis fantasías
manteniéndolas vivas,
haciéndome erizar.
Esperando quedo sin vos,
pero con la compañía
de aquel recuerdo que
deambula en la multitud
de tu distancia,
en la vacía existencia
de la realidad.
pero con la compañía
de aquel recuerdo que
deambula en la multitud
de tu distancia,
en la vacía existencia
de la realidad.
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