8 de mayo de 2008

Aquel recuerdo
















Tu piel hizo de mi
un rizo del viento,
una lágrima del mar,
una estrella caída,
e ilusiones ambiguas.

Tus labios sabieron a dulce 
y tan amargos sin despedida.

Tu calor que desconozco 
se trepó a mis fantasías
manteniéndolas vivas,
haciéndome erizar.

Esperando quedo sin vos, 
pero con la compañía 
de aquel recuerdo que 
deambula en la multitud
de tu distancia, 
en la vacía existencia
de la realidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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